Ciudad de México a 10 de septiembre del 2023
Discurso del presidente del Consejo Nacional de Morena, Alfonso Durazo, durante la Tercera Sesión Ordinaria del Consejo Nacional de Morena.
Alfonso Durazo (AD): Amigas y amigos, un gusto saludarlos el día de hoy, particularmente por la agenda tan relevante que nos convoca. Quisiera dirigirme en primer lugar a nuestra queridísima doctora Claudia Sheinbaum, Coordinadora Nacional de Defensa de los Comités para la Transformación de Nuestro País; a nuestro compañero Mario Delgado, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional de Morena; a Citlalli Hernández, secretaria general de Morena; Alberto Anaya, dirigente del partido del trabajo; Karen Castrejón, dirigente del Partido Verde.
Saludo de manera muy particular a nuestras compañeras y compañeros gobernadores de la Cuarta Transformación.
Quisiera destacar de manera particular la presencia del compañero Martí Batres y de Delfina Gómez, quienes a partir de esta sesión se incorporan, quienes a partir de esta sesión se integran al Consejo Nacional.
Quisiera reiterar, destacar de nuevo, que están con nosotros, también nuestros compañeros, estimadísimos compañeros Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco, quienes en sus recorridos por él promovieron los logros de la Cuarta Transformación y sembraron en ese andar la semilla del compromiso con el cambio verdadero. El Consejo Nacional les expresa su más amplio reconocimiento, sin su talento, entrega, compromiso y perseverancia, constancia no hubiésemos podido dar ese paso tan importante en la consolidación realizada por ustedes. Por ello, nuestro reconocimiento y nuestro aplauso.
Agradezco de manera muy particular la presencia de las y los dirigentes de las, los partidos políticos aliados, extiendo mi saludo a los integrantes del Comité Ejecutivo Nacional de Morena que han jugado un rol fundamental, a veces anónimo pero extraordinariamente meritorio. A las y los integrantes del Consejo de Eméritos Integrantes de este consejo, que juegan también un rol fundamental, sin aparecer con discreción, pero aportando de manera extraordinaria a la consolidación de nuestro movimiento, y por supuesto, a todos los invitados especiales a esta sesión del Consejo Nacional de Morena.
Saludo a las y los legisladores federales que nos acompañan hoy, tanto diputadas, diputados como senadores, gracias por estar aquí con nosotros que por primera vez a las presidentas, presidentes de los Consejos Estatales de Morena, nuestro reconocimiento. Porque no todas, no todos, son integrantes del Consejo, pero son presidentas, presidentes de sus propios consejos a nivel estatal y realizan también un papel extraordinario, nuestro reconocimiento a su liderazgo y a su compromiso siempre. Yo les digo que si fueran sonorenses estarían todas todos ellos en mi gabinete.
De manera muy especial saludo a las y los integrantes de la Comisión Especial encargada de elaborar el Proyecto de Nación 2024 - 2030 que están por acá; nuestro reconocimiento.
Recordar que este órgano partidario aprobó el 11 de junio pasado, el acuerdo que fijaba las reglas del proceso para la designación del coordinador, coordinadora Nacional de los Comités para la Defensa de la Cuarta Transformación, como saben este proceso culminó el pasado 6 de septiembre con el resultado que todos conocemos. Con satisfacción podemos decir, hemos cumplido con la responsabilidad que nos confirió este Consejo Nacional con el apoyo siempre dispuesto del Comité Ejecutivo Nacional encabezado por el compañero Mario Delgado y la compañera Citlalli Hernández, podemos afirmar que le hemos cumplido a este Consejo y al pueblo de México.
Fue un procedimiento inédito en la historia de nuestro país que dejó en la voluntad a la amplia, plural, libre y secreta del pueblo, una decisión que a lo largo de la historia reciente dependió de una sola persona o cuando mucho de unos cuantos. Gracias a todas ya todos ustedes consejeras, consejeros; gracias también a militantes y simpatizantes de nuestro movimiento y partidos aliados que con su participación pacífica, madura, democrática y siempre honesta nos marcaron el rumbo en las muy variadas y complejas tareas que se fueron cumpliendo cabalmente para llevar a buen puerto este histórico proceso.
Ello no significa que no se hubiesen presentado eventualidades, lo importante es que ninguna de ellas afectó el resultado final, el resultado final. El resultado de este ejercicio es definitivo, nuestro movimiento, esperanza de millones y millones de mexicanos, sale ahora fortalecido de un proceso limpio, democrático, transparente, con un resultado incuestionable: Es Claudia.
Debo decir a ustedes que cada reto fue superado con voluntad democrática y la cooperación fraterna de todas, todos los compañeros participantes, muy particularmente con la colaboración de las, los representantes de los aspirantes, todos ellos cuadros políticos de excepción. Fue un gusto haber compartido esta responsabilidad con cada una, cada uno de ustedes, por ello mi reconocimiento.
La virtud de nuestro procedimiento radica en su esencial carácter democrático, en la consulta auténtica a la voluntad popular, este mecanismo que pretendió ser imitado por el frente conservador, pero la naturaleza antidemocrática de quienes mandan ahí los llevo a traicionar sus propias reglas y reducirse a un rosario de simulaciones, engaños mutuos y declinaciones obligadas que evidenciaron la imposición de una candidatura resuelta desde un inicio en la cúpula del grupo que añora los privilegios de antaño.
El resultado ahí, ha sido un personaje pintoresco, folklórico y “fake”: Hasta ahí. El pueblo sabe que ahí no encontrarán trigo limpio, sabe que en su paso por el poder denigraron la administración pública a niveles de vulgar coyotaje y proveedores de patrimonios personales.
Es imposible que conservadores y neoliberales construyan un país distinto al que nos heredaron, con los mismos responsables de haberlo hecho trizas. El pueblo sabe también que la Presidencia de la República no es ya más ni para principiantes ni para aprendices. El 06 de junio estaremos frente a frente con ese dinosaurio, no nos arredra el desafío que hoy nos presenta el conservadurismo, vamos a derrotarlo en unidad, vamos contra esa élite conservadora, desconectada de las necesidades y aspiraciones del ciudadano común, vamos contra esa elite que pretende representar y gobernar a un pueblo que no conoce ni entiende.
Hay un elocuente ánimo social a nuestro favor, eso quedó evidenciado durante el levantamiento de la encuesta. La colaboración, el ánimo dispuesto y abierto de la ciudadanía nos muestra sin reservas esa apertura, esa disposición, pero debemos asumir con humildad el reto que tenemos, nuestro movimiento nos necesita a todos, la unidad de nuestro movimiento sigue siendo la premisa fundamental; unidad en torno al pueblo y al proyecto que junto a él hemos construido.
A partir de hoy nuestros simpatizantes y militantes debemos cerrar filas e intensificar los esfuerzos para consolidar la siguiente fase de la transformación nacional.
Hagámoslo con un sentido esperanzador, pensando más en el futuro de nuestro país que en las migajas particulares en juego. Solo coincidiendo en ese objetivo político superior podremos conjugar la unidad con el resto de nuestras diferencias.
Si queremos lograr el cambio no podemos unirnos o dividirnos en función de intereses particulares.
Amigas, amigos, se ha dicho que cuando sea tiempo de mujeres habrá señales.
Cuando sea el tiempo de romper el techo de cristal para que sea una mujer quien encabece las instituciones nacionales, habrá señales; señales de transformación que marcarán el inicio de una nueva etapa en la vida pública de nuestra patria.
La señal ha sido dada. El pueblo de México ha determinado que el liderazgo de nuestro movimiento social y político pase a manos, pase de manos de nuestro presidente López Obrador a manos de nuestra compañera Claudia Sheinbaum.
¡Presidenta, presidenta, presidenta!
Con este relevo seguiremos haciendo historia. Al entregar el bastón de mando de nuestro movimiento, Andrés Manuel López Obrador nos enseña que no debemos apegarnos al poder.
Nos enseña también que debemos confiar en la gente. Esa gente, ese pueblo, nos ha dado una señal diáfana, transparente y nos ha dicho de manera contundente ¡Es Claudia!
Claudia, integrante del primer gabinete paritario de Andrés Manuel, entonces Jefe de Gobierno. Claudia, primera mujer de nuestro movimiento en gobernar una entidad de la República. Claudia, pionera y fundadora de nuestro movimiento. Claudia, luchadora desde sus años estudiantiles por la transformación del país.
Por eso hoy es tiempo de mujeres. Son ahora ocho nuestras compañeras gobernadoras y pronto, muy pronto, con Delfina Gómez serán nueve gobernadoras.
Por las venas de nuestro movimiento popular corre la sangre de Hidalgo y Morelos, la de Juárez y Ocampo, la de Villa y de Zapata, pero también desde las entrañas de nuestro suelo sube la sangre vital de Sor Juana Inés y de Rosario Castellanos, de Josefa Ortiz, y Leona Vicario, de Carmen Serdán y de Elvia Carrillo Puerto. Sube también la sabiduría ancestral sanadora de Sabina y María Matus; la circunstancia histórica de nuestro movimiento se alimenta de ellas y ellos que desde lejanos tiempos han hecho grande a nuestro país.
Ahora, es tiempo de mujeres, es el tiempo de Claudia. El Consejo Nacional te saluda y te expresa que cuentas con todo nuestro respaldo, toda nuestra convicción y todo nuestro compromiso con las tareas que habrás de emprender a partir de hoy rumbo al proceso electoral de 2024. Estamos seguros de que lo coronarás con éxito. Gracias por su atención.